jueves, 10 de febrero de 2011

Encuentro


Ella yacía sentada en la cama de su habitación, esperando el momento para escaparse con el. Esa tarde tenia planeado demostrarle su amor, pero no de una manera convencional. Se entregaría de cuerpo y alma al deseo de pasión de aquel muchacho aventurero. Estaba nerviosa, no sabia q hacer para no estar pendiente del reloj, su estómago estaba apretujado por la ansiedad. Tenia miedo, si, miedo de que la descubran, que descubran el desarrollo de su tan laborioso plan. Lo amaba, sentía tantas cosas distintas por el que nunca se animo a herirlo (o por lo menos no fue intencional), nadie había dejado la marca que él había dejado ya. Enamorados, y demostrándole al mundo que no tenían miedo de lo que vendrá porque juntos iban a combatirlo. Parecía de lejos, un amor de novela, pero solo ellos vivían en carne propia lo que los demás veían y sentían desde afuera. Nadie podía siquiera imaginar la magia que había entre esas dos personas, los códigos que compartían ni una absoluta idea de lo que pasaba por sus corazones o cabezas.
Es cierto, hay veces que el amor te pone estupido. Y no se ven cosas que se tienen enfrente. Quizás... porque uno no quiere darse cuenta, o porque el amor te vuelve ciego, y solo se necesita mirar de afuera lo que esta pasando, pensar con la cabeza en frió para no mezclar sentimientos con racionalidad.

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